Ciudad de México, el talón de Aquiles de Telefónica

1 de Agosto , 2014.- La reforma constitucional al sector de las telecomunicaciones elimina las restricciones para que Grupo Telefónica, como empresa extranjera, pueda expandirse en México al facilitarle la adquisición de hasta el 100% de alguno de sus competidores, pero también puede significar un obstáculo en su objetivo más importante, el mercado de la ciudad de México y de la región que comprende esta urbe y los estados vecinos.

La región 9, que en materia de telecomunicaciones abarca los estados de México, Morelos, Hidalgo y el Distrito Federal, supone el mercado más lucrativo del país con alrededor de 25 millones de usuarios y es donde todos los operadores quieren estar y expandir sus operaciones ante la oportunidad de que en el corto plazo al menos la mitad de esos suscriptores demandarán servicios móviles de valor agregado, según estimaciones de The Competitive Intelligence Unit (The CIU).

Pero la región 9 también significaría el tope a las aspiraciones de Grupo Telefónica de fusionarse o adquirir la totalidad o una participación en su competidor Iusacell, debido a la acumulación de espectro radioeléctrico resultante en la zona y por lo que las autoridades reguladoras pondrán el foco en las negociaciones entre ambas compañías que a la fecha ocupan el segundo y terceros lugares en participación de mercado en telefonía móvil en México

 

Incluso, podría presentarse el escenario de que el regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), establezca una medida que obligue a Telefónica o a Iusacell o a ambas a devolver al Estado mexicano parte del espectro radioeléctrico concesionado, a cambio de que les permita avanzar con sus intenciones de fusionarse.

Entonces la firma española vería un tanto infructuosa su inversión en el espectro que adquirió en la subasta de la Licitación 21, dado el capital invertido para ganar los derechos de explotación del espectro en la banda de los 1.7 Gigahertz (GHz) y por el despliegue de una red a través de estas frecuencias.

Uno de los requisitos para participar y ser ganador del paquete de Megahertz en alguna de las regiones en las que está dividido el país en el ámbito de las telecomunicaciones establece que ningún operador puede tener más de 70 MHz en acumulación y 10 más, en su caso, para evitar interferencias, por ejemplo.

“En la banda de los 1,900 MHz, el límite de hasta 70 MHz, acumulando los MHz que disponen (los operadores) a la fecha en la bandas de los 800, 824 y 1,900 MHz. En la banda de los 1,700 MHz, el límite de hasta 90 MHz, acumulando los MHz que disponen (los operadores) a la fecha en la bandas de los 800, 824 y 1,900 MHz, así como lo que acumulen en la Licitación 20”, estableció la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).

De acuerdo con lo establecido en mayo del 2009 por la Cofetel, Grupo Telefónica sólo podría competir por hasta 30 MHz de espectro en la región 9, mientras que Iusacell sólo por 10 MHz, dada la acumulación de frecuencias de cada operadora en dicha región.

“Tendrían que modificarse las condiciones de acumulación de espectro, porque de lo contrario (Telefónica) rebasaría los límites establecidos hasta ahora. Corresponde definir las nuevas reglas al IFT, que es la autoridad en materia de competencia económica en radiodifusión y telecomunicaciones”, dijo Gabriel Sosa Plata, analista del sector.

El Estado concursó cada Megahertz en una cuota de entre los 61 millones 411,000 pesos y los 98 millones 910,000 pesos para la región 9, prácticamente el doble de lo que ofertó la misma frecuencia en la región 4, la siguiente más cara y que comprende el estado de Nuevo León.

Grupo Telefónica, a través de su filial Pegaso Comunicaciones y Sistemas S. A. de C. V., resultó ganadora del paquete de frecuencias número 28 de la región 9, cuyo costo para la empresa sólo por el derecho de explotación fue de 1,273 millones 884,000 pesos, según la Cofetel y Transparencia Mexicana.

“Es una operación que en principio se ve como procompetitiva, pero hay que analizar los efectos de acumulación de espectro. El IFT tendrá que analizar con mucho cuidado este aspecto. Iusacell tiene mucho espectro y Telefónica también. El de Telefónica (Movistar) está operando y el de Iusacell no tanto.

El IFT tendrá que revisar región por región o se va a crear un problema de mayor concentración de espectro en una empresa. Es posible que el IFT haga definiciones de mercado por regiones y allí aplique alguna medida de desincorporación para Telefónica. Es un tema, que en principio no es de preocupación, pero no se puede descartar una decisión regulatoria así del IFT”, destacó el ex comisionado en la desaparecida Comisión Federal de Competencia (CFC), Miguel Flores Bernés.

De acuerdo con la consultora Signals Telecom Consulting, los recursos desembolsados por las frecuencias ganadas en la región 9 por Grupo Telefónica en las últimas licitaciones nacionales de espectro significaron el 83% del precio total pagado por la compañía en dichas subastas.

Por tanto, expuso la consultora en un artículo de prensa, “Telefónica cuenta con 70 MHz de espectro en la región 9, lo que significa que la compra de Iusacell o Nextel implicaría regresarle al gobierno cerca de 80% del activo más importante con el que cuentan ambos operadores en el Distrito Federal y el Estado de México”.

Signals Telecom Consulting considera que a Telefónica le falta definir cuál es el activo de Iusacell por el cual tomará la aventura de adquirir una participación en esa compañía, como su red de fibra óptica de 12,000 kilómetros para desde allí ofrecer nuevos servicios de banda ancha.

La región 9 es la prioridad de todos los operadores; es la región donde Telefónica pagó más dinero y devolverle eso al Estado significará perder dinero. Telefónica debe evaluar qué gana con esta compra, con una red de fibra óptica, Iusacell tiene valor, sin una red, Iusacell no vale tanto”, comentó José Otero, presidente de Signals Telecom.