Mujeres buscadoras encabezan lucha para localizar a sus familiares

A pesar de ser más vulnerables a cualquier tipo de agresión, las mujeres son quienes integran e incluso encabezan, en mayor medida, los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en Tamaulipas y otros estados, siendo en muchas ocasiones las madres, hermanas o hijas de quienes se desconoce su paradero.

Hablando de cifras, ellas son quienes conforman cerca del 95% de este tipo de agrupaciones en la entidad, según lo refiere Delia Quiroa, vocera del colectivo nacional 10 de marzo y sus tareas van desde el acompañamiento a otras víctimas hasta el rastreo en fosas clandestinas que se ubican en zonas de riesgo, sin dejar de lado la exigencia constante a las autoridades.

Quiroa, quien además es una desplazada por tema de seguridad recalcó que, si bien el riesgo y la sensación de peligro son evidentes, las mujeres como ella encuentran fuerza en buscar a sus seres queridos y buscan apoyo en los medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos para desarrollar su trabajo, aunque a veces la respuesta no sea del todo favorable.

Además, hizo énfasis en el tema de la violencia contra la mujer, la cual no sólo se refleja en los peligros que enfrentan en su labor, sino a cómo entre las mujeres desaparecidas en Tamaulipas, de las 2 mil 800 registradas, aproximadamente en un 60% existen antecedentes de violencia doméstica de los cuales incluso existen denuncias previas.

“El trabajo que realizamos es de acompañamiento y asesoría para que ya no dependa de las familias y colectivos la búsqueda de la persona desaparecida, ya sea cuestión de investigación y colaboración entre las autoridades, pero por lo regular las investigaciones las realizan las mamás y hermanas”

Dentro de los ejemplos de mujeres buscadoras se destacan Miriam Rodríguez de San Fernando y Marisela Escobedo de Ciudad Juárez, que en su imparable búsqueda de justicia incluso les fue arrebatada la vida por exigir respuesta al caso de sus hijas.