Corte IDH declara responsable a México por violación, tortura y muerte de Ernestina Ascencio

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) declaró este martes al Estado mexicano responsable internacionalmente por la violación sexual, tortura y posterior muerte de Ernestina Ascencio Rosario, una mujer indígena náhuatl monolingüe de 73 años, ocurrida en 2007.

De acuerdo con la sentencia notificada a las partes, el Tribunal concluyó que Ascencio Rosario, habitante de la comunidad de Tetlalzinga, en la Sierra de Zongolica, estado de Veracruz, fue violada el 25 de febrero de 2007 por integrantes del Ejército mexicano. Un día antes de los hechos, un campamento militar había sido instalado en las inmediaciones de su vivienda como parte de la estrategia de combate al narcotráfico implementada por el Estado desde 2006.

“La Corte determinó que la violación sexual sufrida por la señora Ernestina constituyó un acto de tortura, toda vez que fue intencional, causó severos sufrimientos físicos y mentales y se cometió con el propósito de intimidar, degradar, humillar y controlar a la víctima. La violación sexual, las graves lesiones y la falta de atención médica adecuada provocaron su muerte”, señala la resolución.

Tras la agresión, Ernestina Ascencio fue trasladada por sus familiares durante aproximadamente 10 horas en busca de atención médica, hasta que fue recibida en el Hospital Regional de Río Blanco, donde falleció el 26 de febrero de 2007, antes de poder ser intervenida quirúrgicamente.

En ese contexto, la Corte IDH determinó que el Estado mexicano violó el derecho de la víctima a recibir una atención de salud accesible, disponible y de calidad. Además, subrayó que el hospital no contaba con intérpretes de lengua náhuatl, lo que obstaculizó la comunicación con la paciente.

El fallo también estableció que el Estado incumplió su obligación de investigar los hechos con debida diligencia reforzada y de garantizar a los hijos de Ascencio Rosario el acceso a la justicia en condiciones de igualdad.

“La Corte concluyó que la investigación careció de una perspectiva de género, étnica y etaria; fue cerrada de manera prematura sin agotar las líneas de investigación necesarias; y estuvo basada en estereotipos étnicos, etarios y de género, replicados incluso por altas autoridades del Gobierno mexicano, incluido el entonces Presidente de la República, lo que generó un ambiente de desconfianza hacia las declaraciones de la víctima y de sus familiares”, detalla la sentencia.

Como parte de las medidas de reparación, la Corte ordenó al Estado mexicano llevar a cabo una investigación penal exhaustiva y seria sobre la violación sexual, tortura y muerte de Ernestina Ascencio Rosario, con el fin de identificar, procesar y sancionar a los responsables. Asimismo, dispuso el fortalecimiento del Centro de Atención Especializada de Soledad Atzompa y la creación de un Registro Nacional de Intérpretes y Traductores en Lenguas Indígenas para los sistemas de salud y justicia.