¡El Veneno es la gloria!: Berchelt Conquista Reynosa

Capital Sports / Box / Por: Luis Pablo Oliva

Publicado: 12 de octubre, 2025 | 10:48 AM

¡El Veneno es la gloria!: Berchelt Conquista Reynosa LcCadYWBm4IvQekl9QQX.jpeg uqcqp5TNuHVlfQKbj2nR.jpeg efl6rpm3zCQN53JJmgob.jpeg

El calor en Reynosa Tamaulipas no sólo quemaba la piel este sábado: también hervía la sangre. Desde temprano, el gimnasio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) se iba llenando como olla de presión. Las Filas de aficionados esperando entrar y algunas otras de personas que no alcanzaron boleto, pero llegaron  con la esperanza de comprar uno y una emoción colectiva de nerviosismo por vivir una experiencia nueva, pues no era un día cualquiera, era “Con La Raza en el Día de La Raza”, y día que el hombre que volvía a subirse a un ring, venía cargando más de historia que nervios: Miguel “Alacrán” Berchelt.

Después de años de gloria y dolorosas derrotas que marcaron una fuerte sentencia, alejar al “Alacrán” se su campeonato mundial. Berchelt regresaba a su país con el ego roto, la resiliencia a tope y en busca de un renacer.

Del otro lado, con mirada de guerrero en tierra enemiga, el venezolano Edixón Pérez de 136.7 libras, mismas que Miguel, se hacía presente para buscar reclamar un título extraordinario como el “Reynosa” en un anoche que pintaba para ser histórica.

Tanto Berchelt como Pérez aprovecharon su momento de entrada, Miguel al puro estilo mexicano con la bata verde, blanco y rojo en colores muy vivos, lentejualeas y mientras practicaba sombra con los puños, escuchó el grito que pone la piel chinita a cualquier pugilista, el de oír su nombre en una pelea avalada por el Consejo Mundial de boxeo (CMB). Miguel “El Alacraaaan Beeeeeercheeelt” sonó al ritmo de la canción “De donde yo salí” de L Kimmi y DJ Conds.

Pérez con una entrada más sobria pero sin dejar de ser emocionante, entro al ring entusiasmado por la oportunidad y contrario a lo que se pensaría de que podría ser abucheado al no estar en casa, fue ovacionado por el respetable en Reynosa.

 

Round 1: Estudio

La campana sonó y los gritos del público parecieron golpear tan fuerte como un jab al mentón. “¡Vamos Alacrán!”, “¡Viva México, cab…!”, los primeros gritos desde las gradas. Los primeros intercambios fueron estudiados, casi de sparring. Nadie quería ceder ante su rival.

Berchelt no llegaba a entrenar; vino a Reynosa a probar que estaba vivo. El jab del mexicano fue como aguijón de aviso, picando y retirándose, marcando territorio, midiendo reflejos, preparando el combate.

Pérez respondía con firmeza, con orgullo herido por cada grito que celebraba un golpe que a veces ni lo tocaba. Pues era visitante, sí, pero no turista.

 

Rounds 2 y 3: El Veneno Empieza a Hacer Efecto

Berchelt soltó combinaciones recto, recto, gancho. Jab, gancho al cuerpo, cruzado. Nada exagerado, pero exacto. La precisión de un hombre que no volvía para cumplir un trámite, sino para recordar quién fue y claro, buscaba su tradicional golpe de alacrán.

El público se metía hasta en los huecos del silencio en el combate:

—¡Uuuuh! —cuando un gancho le dobló la cintura a Pérez.

—¡Oooooh! —cuando el venezolano respondió con un volado que dejó el momento para las fotos.

Reynosa, ciudad poco acostumbrada a ver campeonatos, rugía como si los golpes fueran propios o alguien de la ciudad estuviera posando sus botines sobre la lona. Y en cierto modo lo era: esa noche el Alacrán representaba a México entero.

 

Rounds 4 al 6: Aguantar el Aguijón

El rostro de Pérez empezaba a inflarse, como si el veneno ya circulara bajo la piel. Sus golpes salían, pero no dolían igual, se le veía lento. Los del mexicano, en cambio, eran martillazos de tiempo acumulado, de hambre, de recuerdo. Cada combinación parecía escrita con la tinta de alguien que aún quiere campeonatos y nos hacía recordar a la conferencia de prensa en como Miguel veía el cinturón “Reynosa CMB” y decía quiero tenerlo conmigo.

Round 7: La Rendición Silenciosa

Berchelt cerró el séptimo episodio con un castigo que no fue brutal… sino acumulativo. El público veía los golpes, pero Edicon los sentía y vaya que lo demostraba con sus gestos de dolor que aunque los hacía poco evidentes, lo mostraba en su ritmo.

Lo suficientemente claro para que la esquina de Pérez entendiera que no había camino, que era mejor detener el daño antes de que el Alacrán lo hiciera con más crueldad.

Round 8: El Renacer del Alacrán

Sonó la campana para el octavo, Julio César Chávez, Rafa Ayala y Rodolfo Vargas en la mesa de comentarios, Lama Lama Lamita a la distancia en Ciudad de México y todo el box azteca Team gritaban de emoción, pues Pérez ya no salió a combate.

Nadie gritó. Primero hubo silencio. Aquel silencio como cuando nadie sabe explicar que estaba pasando pero se apreciaba a Miguel Berchelt celebrar abrazando a su esquina. Luego estalló la locura. Nocaut técnico. Triunfo. Regreso. Y un nuevo dueño del Cinturón “Reynosa” del WBC.

Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, quién había recibido ese mismo día las llaves de Reynosa y un homenaje durante la semana a Don José Sulaimán, parecía cerrar un círculo: el boxeo regresando a casa en una noche donde la historia también se defendió con guantes.

EL VENENO SIGUE VIVO

42 victorias. 37 por nocaut. Cuatro triunfos al hilo. Y un titulo hermoso en la mano.

No regresó para sobrevivir. No regresó a correr en el ring. Regresó para cobrar cuentas pendientes con el boxeo. Y Reynosa fue testigo.

Esa noche de sábado, el Alacrán volvió a picar. Y nadie pidió el antídoto. Porque cuando el veneno es la gloria… todos quieren un poco.

Colegio Salesiano