Igual que en EU, creamos un ambiente donde no hay igualdad: Carlos Peña

“En el tema de la discriminación se nos hace muy fácil hablar de esto como si fuera algo muy distante, como si sólo pasara en Estados Unidos. Pero, definitivamente aquí en México pasa, en Tamaulipas también pasa y en Reynosa de igual manera”, expresó el presidente del Voluntariado Juvenil del sistema DIF municipal, Carlos Peña Ortiz al cuestionarlo sobre el problema del racismo.

Manifestó que en el municipio es inevitable observar este tipo de situaciones debido a la diversidad de la población que habita, la cual en su mayoría ha llegado de otros estados y países, pero consideró que “se da con muchísima menos frecuencia porque somos una sociedad que creció gracias a la migración de gente que vino a trabajar de diferentes lugares”.

Sin embargo, al referirse a extranjeros que se han asentado en el municipio a la espera de una visa humanitaria o bien que tras no lograr cruzar optan por solicitar su permanencia en nuestro país, Peña Ortiz destacó que el poder integrarse a la sociedad y economía reynosenses es un proceso complicado que sí favorece a quienes hablan español, aunque a la localidad han arribado también personas provenientes de África, Asia y ciertos lugares del Caribe que no dominan la lengua.

“Hemos visto que han estado trabajando para hacer este tipo de integraciones y ha sido poco el éxito de esas poblaciones. Ahorita vemos a cubanos que por tener la facilidad de compartir lengua se han podido integrar, sin embargo, otros grupos si se les dificulta más”.

En lo que se refiere a población indígena explicó que, aunque por lo regular son poblaciones en tránsito, existe quien se ha quedado a vivir aquí y que, de acuerdo a lo que se ha podido constatar en las colonias, no acceden a la educación básica ni hablan español, sino hasta la segunda generación, lo que limita su desarrollo.

Sin embargo, señaló que en México el fenómeno no es exclusivo a este tipo de casos ya que además el tono de piel influye de manera importante en cómo se es tratado, creando brechas en el acceso a las mismas oportunidades, derechos e incluso a la justicia.

“En la sociedad mexicana desde hace mucho sabemos que hay una discriminación más enfocada al clasismo que muchas veces está ligada al tema del color. Sabemos que, por lo general en México, personas de ciertas pigmentaciones son de un nivel socioeconómico menor que las de pigmentación un poco más clara y es ahí donde, como Estados Unidos creamos un ambiente donde no hay igualdad”.

En este sentido, indicó que las cuestiones políticas además han hecho esto más evidente al incluir términos como “fifís” y “chairos” para ser despectivo con quienes mantienen diferente ideología e ingresos, dejando de lado que “hay algo mucho más alarmante y más profundo” en esta confrontación y es “el tema del clasismo”.

Por ello llamó a trabajar sobre la forma en que normalizamos este tipo de actitudes y en el impacto que tiene cada una de ellas en la vida de otras personas, ya que “al igual que en Estados Unidos creamos un ambiente en donde no hay igualdad de oportunidades o de acceso a educación, acceso a la prosperidad o inclusive la movilidad socioeconómica”.