Se gradúan 29 agentes de la ley

Desde los años 70 no graduaba un grupo considerable como nuevos policías, si acaso 9 a 12. Ayer, 29 jóvenes se convirtieron en servidores de la ley.

Si acaso 10 a 12 gradúan ahora, fue a finales de aquella década de los setenta en que egresaron 35 una misma vez, esta vez casi una treintena de elementos se convirtieron en policías de ellos, seis son mujeres, madres de familia y la mayoría con carrera universitaria o estudios de colegio comunitario.

La Policía de Laredo ya llegó a 500 elementos uniformados, oficiales con juramento y placa, de éstos, más de 60 son damas, cuando en el Centro de Actividades Estudiantiles (SAC) del Distrito Escolar Independiente Unido (UISD), se colocaron insignias y placas, además de que juraron proteger y servir a los laredenses y a todo ser humano en esta ciudad.

Maximiliano Álvarez, con Licenciatura en Justicia Criminal de la Universidad Estatal de Texas en San Marcos y con una subespecialidad o grado menor en Ciencias Políticas, con 25 años de edad, seguirá los pasos de su padre Alvaro Álvarez, patrullero que en marzo cumplirá 29 años de carrera en esa fuerza municipal.

“Seguir su ejemplo de rectitud y honradez, para proteger y servir a mis coterráneos, quiero llegar a ser jefe de Policía, desde niño al ver a mi papá uniformado, quería ser como él, tengo el mejor instructor posible, todos estos años me ha dicho cómo ser un buen ciudadano, mejor ser humano y también cómo ser un profesional policía, ya este domingo empiezo en la calle, con un supervisor o instructor superior, así que a darle para adelante, amo esta carrera, quiero servir a mi gente, ayudar a mi pueblo”, manifestó Max, como le llaman los suyos.

Claudio Treviño, jefe de la Policía de Laredo, dijo que cuando novato, precisamente el uniformado Álvaro Hernández, fue su instructor, su primer supervisor y quien le acompañó en su primer arresto.

“Les aseguro que el joven Maximiliano, con este señor (Álvaro), ha tenido al mejor guía posible, de tiempo completo, todos los días, en su casa, preparación envidiable la del muchacho”, dijo el titular de la Policía Municipal.

“Que siempre se ponga en el lugar del ciudadano, que lo asista y atienda, sobre todo en situación especial, de emergencia, de peligro, en un hecho violento, un robo armado, un choque severo con heridos o muertos, un caso de homicidio al momento, una balacera, que sientan los policías al civil, a la persona en apuros o desgracia, la gente no está preparada para verse envuelta en algo de lo que los patrulleros o primeros en responder tenemos que ver todos los días, así que el patrullero no debe ser insensible, no puede ser duro, que le dé su lugar al afectado o involucrado, sobre todo si en el lugar de un hecho tiene que ver con gente inocente, debe intercambiar impresiones de la mejor manera, entrevistarlos tranquilo, dándoles confianza, tener contacto con la gente”, dijo Álvaro Hernández a su hijo.

La Policía de Laredo tuvo este viernes su graduación más copiosa desde la década de los 70, en que hubo una generación de 35 elementos.

La mayoría con título universitario o con carrera técnica, los 29 cadetes que ayer se convirtieron en Policía de la Ciudad de Laredo, de estos, seis son mujer